En Triana, un bar de siempre saca los cuernos al sol. Después de que Diego García abriera las puertas de esta casa en 1963, los sevillanos no han dejado que se vacíen las mesas. Su fundador era maestro de los caracoles mucho antes, y así dejó su sabiduría en los que ahora lo regentan.
Una maestría con esta clásica receta que ha dado muchas alegrías en un negocio que este año se ha hecho con el segundo puesto del Concurso de Caracoles de DeTapas. Hay que probar también en Casa Diego la ensaladilla y su propuesta de montaditos: de jamón y roque, de gambas y alioli, de «pringá», de chorizo picante, de carne mechada o de queso en aceite.